¿Qué quieres ser, Mason? ¿Qué quieres hacer?
Quiero tomar fotos. Hacer arte.
Cualquier imbécil puede tomar fotos, Mason. Arte, eso es especial. ¿Qué puedes aportar tú que nadie más pueda?
Eso intento descubrir.
Inténtalo con más fuerza. Tal vez en veinte años puedas llamar al viejo Turlington y puedas decir: Gracias, señor, por esa increíble charla en el cuarto oscuro que tuvimos ese día.
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Este es un claro ejemplo de cómo hacer una película con amor, y podemos verlo a lo largo de cada secuencia, de cada plano, de cada mirada entre personajes. Es un canto a la vida, a las segundas oportunidades y a la evolución de la empatía, además de, claro está, un acto de amor hacia el cine.
Linklater nos cuenta la historia de Mason desde los 6 hasta los 18 años, y nosotros, los espectadores, nos sentimos Mason en muchas ocasiones, porque todos hemos tenido una discusión más o menos fuerte con nuestra madre, nos hemos enamorado de la persona equivocada o nos hemos sentido decepcionados con gente de nuestro alrededor en algún momento. Nosotros podríamos ser perfectamente Mason y eso le da a la película una credibilidad innegable.
El film tiene escenas preciosas, momentos que a mí me gustan especialmente porque me identifico mucho con el protagonista. Los padres son dos personajes que también están muy bien construidos, sobretodo la madre, interpretada por Patricia Arquette, que está espléndida y guapísima en todas las etapas de su vida en la película. Su personaje es todo un ejemplo a seguir, madre que hace cosas bien pero que también la jode una y otra vez, pero a quien acabas adorando porque no puedes hacer otra cosa que amarla. ¡Y qué decir de Ethan Hawke! Tengo cierta debilidad por sus trabajos, y en este caso no iba a ser menos...
Otro punto a favor de la película es la música. He podido oír dos o tres temas muy acertados (uno lo oímos en el tráiler, de Family of the year). Ver cómo según la época en la que se centra la historia se utiliza una música u otra es genial, y es otra manera de contar cosas que igual con imágenes no quedan claras. En resumen, es una preciosa película que todo el mundo tiene que ver porque marca un antes y un después en la historia del cine. Y porque es demasiado bonita y punto.
Linklater nos cuenta la historia de Mason desde los 6 hasta los 18 años, y nosotros, los espectadores, nos sentimos Mason en muchas ocasiones, porque todos hemos tenido una discusión más o menos fuerte con nuestra madre, nos hemos enamorado de la persona equivocada o nos hemos sentido decepcionados con gente de nuestro alrededor en algún momento. Nosotros podríamos ser perfectamente Mason y eso le da a la película una credibilidad innegable.
El film tiene escenas preciosas, momentos que a mí me gustan especialmente porque me identifico mucho con el protagonista. Los padres son dos personajes que también están muy bien construidos, sobretodo la madre, interpretada por Patricia Arquette, que está espléndida y guapísima en todas las etapas de su vida en la película. Su personaje es todo un ejemplo a seguir, madre que hace cosas bien pero que también la jode una y otra vez, pero a quien acabas adorando porque no puedes hacer otra cosa que amarla. ¡Y qué decir de Ethan Hawke! Tengo cierta debilidad por sus trabajos, y en este caso no iba a ser menos...
Otro punto a favor de la película es la música. He podido oír dos o tres temas muy acertados (uno lo oímos en el tráiler, de Family of the year). Ver cómo según la época en la que se centra la historia se utiliza una música u otra es genial, y es otra manera de contar cosas que igual con imágenes no quedan claras. En resumen, es una preciosa película que todo el mundo tiene que ver porque marca un antes y un después en la historia del cine. Y porque es demasiado bonita y punto.
me la apunto.
ReplyDeleteTiene buena pinta
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