La tragedia de una generación es la burla de la siguiente.
Vale, sí, estoy de acuerdo en que hay cosas que sobran, como por ejemplo el botox de la cara de Courteney Cox, pero la película funciona, y ya no únicamente como film de terror, sino como lo nuevo de Craven, que se dirige a dos públicos: sus fieles seguidores y el gran consumidor del cine de terror comercial, los adolescentes. Me gusta más el principio que el final, que yo habría cortado unos minutos antes, pero sobre todo me quedo con todas las referencias al mundo del cine y con los quince asesinatos, superando las muertes de cada una de las entregas anteriores.
No comments:
Post a Comment